La vía Harakiri, que solemos combinar con otra vía, Casera Atómica y Rivas Acuña, ofrece una escalada visualmente atractiva que combina placas, fisuras y un muro de bloques rotos sobre granito. Encontrar la técnica adecuada y la asentar una buena postura serán las claves antes de dar los pasos clave de esta vía cuyos largos… son bastante largos; ¡unos 45 metros el primero!
No requiere fuerza extrema, aunque sí tendremos que superar una especie de mini-techito en un punto, y apuesta por la técnica y la intuición, lo que la hace accesible para principiantes motivados. Ofrece paisajes abiertos hacia La Cabrera y una experiencia de aventura sin complicaciones.
El descenso, como en el resto de vías del Pico de la Miel es sencillo y rápido, ideal para disfrutar sin prisa del entorno.